El 04 de enero WhatsApp dio un ultimátum a sus usuarios, para continuar usando sus servicios debían aceptar las nuevas condiciones antes del 08 de febrero o abandonar la plataforma, fecha límite que posteriormente sería aplazada por los responsables de la compañía en vista de el aluvión de abandonos que empezó a tener la app de mensajería. Los últimos cambios en las condiciones del servicio por parte de WhatsApp dio lugar al debate sobre el uso que hacen estas plataformas con los datos de sus usuarios. Los metadatos se han convertido en la materia prima para que plataformas como Facebook, propietaria de WhatsApp desde el año 2014, identifiquen los gustos y necesidades de sus usuarios con el objetivo de monetizar sus aplicaciones.
METADATOS
Podemos empezar por definirlos como datos acerca de los datos ya que suministran información, describen su contenido y caracterizan a un determinado dato. Altamente estructurados describen características como contenido, calidad, circunstancias y atributos además que pueden clasificarse en función de varios criterios como el contenido, la variabilidad o la función de un determinado dato.
Nunca antes las personas estuvimos tan conectadas a la red, produciendo ingentes cantidades de información cuando enviamos un mensaje, un audio, un video, subimos una foto, damos un like o compartimos nuestros gustos y lugares los datos crecen de forma exponencial por lo que el Big Data, el internet de las cosas y el cloud computing han adquirido una gran relevancia ya que la gestión de los metadatos ayudan a mejorar la eficiencia operativa y la toma de mejores decisiones que permitan obtener ventajas competitivas. El análisis y manejo de la bigdata se ha impuesto como una de las actividades más rentables para las compañías que controlan este gran volumen de datos.
¿WhatsApp nos espía?
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Según Ariadna Matamoros profesora de medios digitales de la Universidad Tecnológica de Queensland, Australia. El último cambio en las condiciones del servicio se trata de un intento por monetizar WhatsApp, y la única manera de hacerlo es transformándolo en un e-commerce y para esto los datos de los usuarios son muy importantes.
Entre los datos que se recopilarán se encuentran el número de teléfono del usuario, idioma, modelo del dispositivo, ubicación, dirección IP, entre otros que se empezarán a compartir con las demás plataformas de Facebook, propietario de WhatsApp.
Este anuncio de WhatsApp produjo una masiva migración de usuarios a otras plataformas como Signal o Telegram que al momento no han mostrado intenciones de seguir los pasos de la app de mensajería de Facebook además que han demostrado tratar de mejor manera la privacidad de sus usuarios y cuentan con más funcionalidades.
Ante la masiva migración de usuarios, la app de mensajería ha extendido la fecha límite para la aceptación de las nuevas condiciones y ha advertido a sus usuarios que las comunicaciones siguen siendo privadas ya que se encriptan de extremo a extremo
En un mundo cada vez más conectado necesitamos darle mayor relevancia al manejo que compañías como Facebook hacen con nuestros datos y tener en cuenta que si algún servicio como estos se pintan como “gratuito” al final sí que terminamos pagamos pero con nuestros datos y por extensión a costa de nuestra propia privacidad.
Los metadatos se han convertido en la materia prima con la cual estas plataformas monetizan sus ganancias. ¿Hasta que punto estamos dispuestos a ceder nuestra privacidad a cambio de esta clase de servicios “gratuitos”?